Toda
ocupación, profesión o arte tiene sus días difíciles, la escritura no puede
estar alejada de eso, es una dedicación que yo, en lo personal, recomiendo que
se inicie como un proyecto alterno, estilo de pasatiempos, afición u ocupación
temporal, que no debe quitarte horas esenciales en producir el dinero que
requieres en tu vida, es algo de lo que nadie te habla, cualquier escritor
independiente o publicado en editoriales que te consigas, de inmediato hará
alardes de su éxito, sin llegar a mencionar jamás de qué vive. La escritura, en
el tiempo que tengo dedicándome, tiene sus meses difíciles, usualmente
noviembre, diciembre, enero y en ocasiones hasta marzo, suelen ser meses buenos
para las ventas, luego caen, llegando a los extremos de junio, julio y agosto,
meses en que te alegras si ves que has vendido unas pocas copias, ¿a qué se
debe esto?
Primero
debemos afrontar de qué se trata el mercado de los libros, preguntarnos quienes
son nuestros clientes y luego ¿Qué necesidad hay de comprar un libro? Encontrando
esas respuestas podemos acercarnos a la clave de lo que sucede, los libros
sirven, en el caso de los libros técnicos para instruirse en alguna área
especifica del conocimiento, los requieren estudiantes en todos los niveles y
profesionales que buscan aumentar su capital intelectual, en el caso de la
literatura y de sus diversos géneros, una persona compra una novela, libro de
cuentos, poesía o compendio de relatos, generalmente por simple ocio, distracción,
ampliar su cultura general (cuando no se trata de conocimientos para su trabajo
o profesión). La necesidad por comprar un libro va atada al impulso por
encontrar entre sus páginas, frases, puntos de vista, vocabulario, conocer
otros puntos de vista, ciudades, culturas, algo que en resumen termina ocupando
un lugar no muy relevante en tiempos de crisis. Por lo general las personas,
nuestros lectores, destinan sus recursos en orden de ciertas prioridades, pagar
el alquiler, pagar los servicios, adquirir alimentos, vestuario y medicinas,
sin contar con el pago de matriculas escolares para los que tienen dichas
responsabilidades. En resumen podemos
decir que los libros entran en el mercado del arte y entretenimiento, esto nos
ubica bien en donde estamos parados.
En medio de
esta terrible crisis producida por la pandemia del COVIT19, muchas cosas se han
venido abajo, los mercados se han contraído al máximo, hay negocios cerrando,
empresas cerradas y muchas personas perdiendo sus empleos desafortunadamente. Visitando
mis redes sociales observo como muchos escritores bombardean de mensajes con
publicidad a sus seguidores, imagino que como muchos y yo mismo, ven sus ventas
desplomarse, en lo particular pienso que se trata de una estrategia incorrecta,
dañina, en los momentos actuales las personas necesitan distracción, olvidarse
un poco de las cosas que agobian en día a día, pero el dinero para invertir es
mucho menor o nulo. Pasamos por momentos difíciles todos, es algo que debemos
asumir, la solución a los problemas del escritor no se encuentra en inundar de
publicidad el mercado, en este sentido es mejor acercarse a sus lectores,
llevar mensajes de estímulo y conciliación. La crisis existe, como toda
situación es pasajera, la idea no es pretender que puedes vivir de un solo
ingreso, el siglo XXI nos está dando una gran lección, necesitamos
diversificarnos, abrir nuevos caminos y pensar todos los días en nuevas formas
de obtener ingresos. La pandemia obligó a restaurantes, supermercados, tiendas
y demás comercios a implementar el DELIBERY, los pedidos para llevar a casa,
realizan sus ventas por internet y colocan sus productos en la WEB, muchos
profesionales migraron al TELETRABAJO, realizan muchas tareas administrativas
desde sus hogares.
Ya pare
terminar estas líneas, si estas pensando en comenzar a escribir y tienes tiempo
haciéndolo, trata de iniciar nuevos proyectos que te permitan superar las bajas
del mercado, la escritura es una pasión, te atrapa y sin darte cuenta te
consume, ocupa todo tu tiempo, depende de ti ponerle limites, horarios y
dedicar horas hacia otras actividades que te reviertan beneficios. El efecto
PANDEMIA debe durar hasta principios del próximo año, mientras no exista una
vacuna en el mercado y un tratamiento eficaz, no debemos bajar la guardia, cuídense
mucho.
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