En estos días de
cuarentena, numerosas tendencias se han posicionado en Twitter, muchas con una
gran carga de nostalgia, artistas como Lila Morilla, José Bardina, Marina Baura
e incluso han surgido tendencias añorando épocas pasadas de Caracas, nuestra
querida capital. Entre ellas no dejo de recordar “Sabana Grande”, recordando la
tienda de chocolates de la Savoy, El Gran Café, un sitio donde se congregaban
en las tardes artistas y bohemios a departir, las tiendas Beco, Don Disco y
claro, los cines Brodway y Radio City.
Edificio Los Cedros
Todo esto me transporto a mi
infancia, yo crecí en el edificio Los Cedros, en la esquina de la avenida
Libertador con la calle Cantaura, una estructura construida en los años 50´s y
en su momento muy moderna, como muchos otros a lo largo de esa gran avenida,
muy cerca del gran Cine París, cuyo nombre pocos recuerdan como tal, más
recordado como El Teatro La Campiña.
Pisos con finos acabados en granito
El Cine París era una de las
estructura más modernas de su momento, fue construido por el año 1954, contando
con una gran fachada que ocupa toda la esquina de la media cuadra que ocupa, en
su parte baja o sótano, hay un gran estacionamiento, al que se tiene acceso a
través de una rampa en forma de caracol. El cine tuvo en su momento un concepto
que luego fue copiado por los modernos centros comerciales, una fuente de soda
donde se podía tomar café, jugos, batidos o pedir cualquier refrigerio antes de
la función, incluso al mediodía ofrecían almuerzos, ya que al encontrarse se
acceso fuera de la entrada del cine, a uno de sus costados, permitía estar
abierta todo el día, al lado de las escaleras que daban al estacionamiento en
el sótano. También hizo vida en sus instalaciones por muchos años uno de los
más emblemáticos restaurantes chinos de Caracas, “El Dragón Verde”, sus dueños
eran mis vecinos y todos los mesoneros eran migrantes españoles, como muchos en
la zona, incluso los de la línea de taxis, la llamada “Línea París”.
Restaurante El Dragón Verde
Tuve una infancia muy feliz,
sin necesidad de vehículo podía recorrer a pie el vecindario sin problemas de
seguridad (en aquella época), el abasto atendido por Ildefonso, la carnicería,
la tienda de trajes, la librería frente al Cine París, lugar donde me compraron
mi primer libro a los cinco años y nació mi pasión por ellos, la mercería, el
relojero y hasta un pequeño local de mariachis.
Luego el Cine París, lugar
donde vi mis primeras películas y obras de teatro, unespacio precioso con pisos de granito
finamente trabajado, fue arrendado por el grupo RCTV, comenzando a conocerse
como Teatro La Campiña, y así deben recordarlo muchos de ustedes, en su tarima
se presentaron muchos programas de televisión, piezas musicales y artistas
variados.
Vista actual
La nostalgia me embarga al
escribir estas líneas y ver por las imágenes que consigo en la web, que sus
instalaciones se encuentran en franco abandono, el restaurante chino se fue del
lugar, ahora funciona un pequeño local a dos cuadras que se llama “El Dragón
Verde Express”, la fuente de soda no existe, el estacionamiento está
clausurado, los mariachis deben haber migrado y no se cual será el destino de
la línea de taxi, donde el señor Manolo me hizo varias carreras con su charla
amena y cuentos de la madre patria.
Nada es eterno en esta vida,
lo que duele no es el final de un comercio, lo doloroso es que no dio paso a
nada, cada local que cierra queda abandonado y nuestra querida Caracas se
encamina hacia una visión fantasmal.
Les escribo con la gran noticia de que he revisado, corregido y actualizado el contenido de mi primera novela SIEMPRE ESTARÉ CONTIGO, trabajo que luego de dos meses ha dado sus frutos y acabo de subir sus cambios en Amazon.
Es una tarea que tenía pendiente desde hace tiempo, en honor a la verdad fué mi primera novela publicada y como todo proceso de autoedición en un escritor que se inicia, tuvo varios detalles de los que me fuí percatando a lo largo de meses, a pesar de todo esto, ha tenido muy buena recepticidad por parte de sus lectores, he recibido numerosos comentarios positivos, sobretodo por lo original de su historia narrada de una manera muy objetiva.
La novela esta basada en hechos reales, transita en la ventana del tiempo entre 1898 y 1946, atraviesa una de las epocas mas dificiles en la historia española de principios del siglo XX, tan como el fin de la monarquía de Alfonso XIII, la Segunda República Española, la Guerra Civil Española y la posterior depresión de la postguerra con la instauración del período franquista.
La presente y nueva edición cuenta con el mismo contenido, un nuevo diseño de su portada, correcciones de errores y de estilo en su interior, haciendo mucho más agradable y fluida su lectura, sin quitarle la gran carga emocional que lleva su narrativa.
Espero que la disfruten mucho, tanto como yo escribiendola y ahora revisandola, no he podido evitar que se me haga un nudo en la garganta en varias ocasiones, no deja de impresionarme nunca.
Visita mis libros en Amazon:
Si deseas saber más de este u otros temas, escribeme y contactame, no necesitas colocar tus datos, solo tu comentario:
La verdad me aguante mucho las ganas de escribir estas lineas, me había propuesto no escribir más en mi blog sobre los problemas que estamos viviendo los Venezolanos, me había fijado la meta de concentrarme en mi nueva pasión, mis libros, hablar de cosas agradables, literatura, viajes, comida, compartir con ustedes mis vivencias y hacer de este un espacio positivo, después de todo la vida siempre tiene sus problemas, todos los tenemos, no vale la pena darles importancia, hay que buscarles solución para eliminarlos o al menos restarles magnitud, cuando los colocamos en escena hablando de ellos, les damos importancia y los alimentamos aún más de esa energía negativa que ellos contienen.
El caso es que no quería hablar sobre la situación que nos afecta y por la que transitamos todos los Venezolanos, algo muy lamentable en verdad, hemos sido siempre un país alegre, impregnado de mucha felicidad, siempre bromistas, chistosos, pendientes de la próxima reunión de la familia, la fiesta, la celebración, el partido de béisbol de nuestro equipo favorito y de repente, a la vuelta de unos años, aquí estamos, cargados de ansiedad ante la situación del país y lo difícil que es vivir en hiper inflación en un mercado dominado por agentes externos que le colocan precio a todo en nuestras vidas, ya los nuevos billetes (que aún no conozco) dicen aparecer en las casas de cambio de la frontera Colombiana, una ley del vecino país favorece e incentiva esto, los billetes son un producto, una mercancía, una vez que se logran sacar del banco se venden a una persona que se encarga de recoger grandes cantidades, por cada bolívar en efectivo, en billete, pagan 3 o 4, así que centenares o miles de personas en dificultades hacen largas colas en los bancos para sacarlos de sus cuentas y venderlos, este comprador se los lleva a las casas de cambio Colombianas, allí los cambia a la tasa ilegal para nosotros pero legal para ellos que representa el doble del cambio, el dueño de la casa de cambio, los lleva al Banco Central de Colombia, allí recibe su ganancia, el Banco Central Colombiano, pide su reenvolso al Banco Central de Venezuela por la tasa oficial preferencial y así, ese ciclo se repite millones de veces acabando con nuestra moneda.
El gobierno del vecino país no hace nada por cambiar esto, claro, es como tener un pozo de petróleo sin pagar a sus trabajadores ni erogar en los gastos de su explotación, es oro gratis que llega a tus arcas nacionales, un juego muy sádico del capitalismo más salvaje donde hay mucha gente lucrandose mientras millones pasan hambre y necesidades, así ocurrió con nuestras medicinas, alimentos, auto partes, gasolina y demás derivados del petróleo de los que pudimos disfrutar algún tiempo a precios preferenciales para el mercado nacional como cualquier país petrolero, ahora, ¿a que viene todo esto?
El asunto es sencillo, hace varias décadas atrás antes de la llegada del gobierno revolucionario, en una oficina de Nueva York se discutía en presupuesto anual del Estado Venezolano, léase el libro de Juan Pablo Perez Alfonso eminente Venezolano y fundador de la OPEP, estábamos manejados economicamente desde el exterior y en manos de empresarios extranjeros, dueños de grandes corporaciones internacionales con fuertes vinculos en gobiernos poderosos, eso fue corregido, nos desvinculamos y allí comenzó nuestra gran tragedia, un país no cae de la noche a la mañana, comenzaron a surgir informes de aseguradoras, grupos de asesores, casas de corretaje diciendo que el riesgo país de Venezuela aumentaba, ello generó alertas, restricciones, sanciones, multas, lógicamente aquellos que estaban acostumbrados a manejar nuestra riqueza ahora hacían todo de su parte por recuperar el control, presionar y chantajear por retomar las decisiones en el mundo de los negocios y vender nuestros tesoros al precio que a ellos les conviene, aquí llegaron a darnos 3 dolares por un barril de petróleo y ellos en sus mercados internacionales los vendían en 10 o 20 veces ese precio, muchos hicieron fortunas sobre nuestra ignorancia.
Después de las presiones externas vinieron las conspiraciones internas, financiadas por aquellos grupos internacionales desesperados por recuperar su tajada del gran botín Venezolano, ladrones de traje y corbata, consiguieron Venezolanos débiles de mente que se vendieron para apoyar su oscura causa, muchos dirigentes de posición viajaron por el mundo financiados por ellos para pedir más sanciones a nuestro gobierno, pedir que nos bloquearan y que se asfixiara economicamente al Estado Venezolano, algún día alguien debe escribir una novela de todo esto, así como aquella de Isabel Allende, La casa de los Espiritus.
Por cuestiones naturales el ser humano en situaciones de peligro hace dos cosas, lo enfrenta si sabe que lo puede vencer o se aleja lo más que puede, millones de Venezolanos han tomado la terrible decisión de irse del país, este es el tema de moda al momento de escribir estas lineas, la diáspora Venezolana o el éxodo de Venezolanos, algunos con más recursos vendieron todo, lo cambiaron en dolares en el mercado negro (perdiendo patrimonio) y salieron por avión, otros con menos posibilidades, la mayoría, se van por carretera hacia países en el sur de nuestro continente, yo no los señalo, ni critico ni culpo, tienen hijos, familia y seres queridos a los que necesitan garantizarles buenas condiciones de vida, aquí es difícil conseguir cualquier cosa, un antibiotico, operarse o simplemente realizar una actividad laboral que te de un salario decente en bolívares, el común de nuestros trabajadores gana 10 dolares en un mes, pero los precios de alimentos y demás productos en manos de la empresa privada, estan dolarizados y se ofrecen a precios internacionales, es casi más caro vivir en Venezuela que en Miami, Florida, USA.
Hay reuniones urgentes de cancilleres de países vecinos tratando el tema de la migración Venezolana, están horrorizados por la cantidad de migrantes que reciben, !vaya descaro!, recuerden que ustedes mismos o quienes los antecedieron en sus cargos, años atrás se reunían para pedir nuestro bloqueo y las sanciones económicas, !que descarados son ustedes!, pues fijense, la memoria hay que refrescarla, cuando la dictadura de Pinochet aquí recibimos centenares de Chilenos, mis vecinos en Caracas eran Chilenos, de izquierda y huyeron de la persecucion, también recibimos de Argentina, donde el pan estaba dolarizado y el precio variaba a cada hora, allí es normal los desastres económicos como el que anunció estos días el presidente Macri, recibimos de Perú, de Bolivia, de Uruguay, de Ecuador y claro, recibimos a casi 6 millones de desplazados Colombianos por su conflicto con la guerrilla, no hablemos de la migración de post segunda guerra mundial, los Europeos, Españoles (soy hijo de españoles a mucha honra), Italianos, Portugueses y hasta Alemanes, Venezuela siempre ha tenido sus brazos abiertos al mundo, los recibimos sin papeles, sin pasaporte y hasta sin documentos, aquí se hicieron empresarios prósperos y levantaron a su familia.
Ahora resulta que somos los malos, ante un conflicto que ellos mismos han promovido, somos culpables de la migración, hagamos algo, levanten el bloqueo económico, verán como regresan a nuestro país casi todos los Venezolanos que han salido, en dos años seríamos un país más próspero que ustedes, aquí tenemos la segunda reserva mundial de petroleo, gas, oro y cuanto mineral vean ustedes en la tabla de elementos químicos (tabla periódica). La sed de dinero fácil y rápido hace que el ser humano deje de ser humano, los politicos actuales son lo más oscuro que existe, no se aprende nada en Europa (donde tambien se pide nuestro bloqueo), ahora se quejan de millones de Sirios que huyen de la guerra y llegan a sus ciudades, pero ustedes fueron a llevar armas, a invadir y a generar el caos donde no existía violencia, se quejan de los Africanos que llegan en balsas a sus playas, pero ustedes han promovido golpes de estado e invasiones en sus países, Colombia se queja de nuestros migrantes, pero allí se ha gestado la mayor conspiración para bloquear a nuestro país.
Este asunto es sencillo, LEVANTEN EL BLOQUEO, verán que las cosas mejoran de manera rápida, sean felices ustedes en su pais y dejenos serlo a nosotros en el nuestro, de las crisis solo vienen tiempos peores, los problemas se deben resolver en consenso, en dialogo y producto de ellos saldrán oportunidades buenas para todos, si esto no cambia, como dijo un veterano opositor Venezolano (no es santo de mi devoción), el resultado de mas bloqueos y más violencia puede ser uno que nadie quiere, con esto hago un llamado de conciencia a quien me lee, que le haga difusión a mi articulo y asumo este escrito como posición personal, no soy dueño de la verdad, es mi punto de vista, si alguien que me lee gusta dar el suyo abajo hay un formulario para hacermelo llegar.
A quienes se fueron, suerte y felicidad, esperamos que algún día regresen a una Venezuela feliz, a quienes están conmigo aquí, paciencia, serenidad, pensamientos positivos y sobretodo evaluar bien las decisiones que se toman, pensar con la mente nublada no es bueno para decidir.
