Parece inevitable por estos días no tocar el tema del coronavirus, he
leído infinidad de mensajes en redes sociales, sobretodo en España donde
tengo familiares, amigos, conocidos y muchos lectores de mis libros,
uno de los más sensatos hacia referencia a la epidemia del virus ébola
en Africa, allí la ignorancia fue la que ocasiono la mayor parte de las
muertes, es aquello de pensar "a mi no me tocará", "es más alarma que
realidad", nada más alejado de la realidad, si bien se trata de un virus
como ya pasamos con la H1N1, el dengue y otros tantos muy agresivos,
desde mi punto de vista el peligro está en el colapso del sistema
sanitario, conforme aumente exponencialmente el numero de casos, habrá
menos disponibilidad de respiradores artificiales en los hospitales,
menos utensilios descartables y menos medicamentos una vez que sea
rebasada la capacidad de respuesta de los fabricantes.
La mejor y quizás más realista alternativa ante la pandemia ya declarada por la OMS (organización mundial de la salud), es la prevención, evitar los espacios públicos, salir solo por cuestiones muy necesarias de la casa, máximo higiene, lavarse las manos con frecuencia, no llevarse las manos a la cara después de tocar algo, ingerir bebidas calientes, mantener la garganta húmeda, no acercarse a menos de dos metros de otras personas en la calle y asistir al medico ante cualquier síntoma.
No caer en pánico, he visto también que en muchos lugares la población se desbordó a realizar compras nerviosas, las redes sociales están llenas de fotografías en supermercados con las estanterías vacías, eso tiene cierta lógica, no se trata de que instantáneamente nos encontremos ante una crisis de alimentos, simplemente esos comercios tienen una programación para la rotación de inventario, ellos llevan una estadística del consumo en días normales y una situación como esta acaba con las existencias del momento, la reposición de mercancía puede tardar uno o dos días en llegar, hay que tener serenidad.
De pronto muchas familias se encuentran en sus casas, ellos acostumbrados a cierta rutina se sienten incómodos, digamos que el ser humano tiene una gran ventaja, la de adaptarse a las circunstancias, es cuestión de organizarnos y ocuparnos en tareas domesticas que nos distraigan, evitemos el ocio y dejemos de estar pendientes de las redes sociales, esta bien informarse, pero llega el momento que leer tantos mensajes negativos nos afectan, saquemos del armario los juegos de mesa, veamos películas, leamos algunos de esos libros que compramos y aun no abrimos la primera vez.
Mientras y manteniéndonos alertas, tratemos de no ahogarnos en angustias, a todos mis conocidos, amigos, familiares, lectores y visitantes de mi blog en aquellos países que pasan por ese problema les deseo lo mejor, mis plegarias van por todos ustedes, cuidense mucho.
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La mejor y quizás más realista alternativa ante la pandemia ya declarada por la OMS (organización mundial de la salud), es la prevención, evitar los espacios públicos, salir solo por cuestiones muy necesarias de la casa, máximo higiene, lavarse las manos con frecuencia, no llevarse las manos a la cara después de tocar algo, ingerir bebidas calientes, mantener la garganta húmeda, no acercarse a menos de dos metros de otras personas en la calle y asistir al medico ante cualquier síntoma.
No caer en pánico, he visto también que en muchos lugares la población se desbordó a realizar compras nerviosas, las redes sociales están llenas de fotografías en supermercados con las estanterías vacías, eso tiene cierta lógica, no se trata de que instantáneamente nos encontremos ante una crisis de alimentos, simplemente esos comercios tienen una programación para la rotación de inventario, ellos llevan una estadística del consumo en días normales y una situación como esta acaba con las existencias del momento, la reposición de mercancía puede tardar uno o dos días en llegar, hay que tener serenidad.
De pronto muchas familias se encuentran en sus casas, ellos acostumbrados a cierta rutina se sienten incómodos, digamos que el ser humano tiene una gran ventaja, la de adaptarse a las circunstancias, es cuestión de organizarnos y ocuparnos en tareas domesticas que nos distraigan, evitemos el ocio y dejemos de estar pendientes de las redes sociales, esta bien informarse, pero llega el momento que leer tantos mensajes negativos nos afectan, saquemos del armario los juegos de mesa, veamos películas, leamos algunos de esos libros que compramos y aun no abrimos la primera vez.
Mientras y manteniéndonos alertas, tratemos de no ahogarnos en angustias, a todos mis conocidos, amigos, familiares, lectores y visitantes de mi blog en aquellos países que pasan por ese problema les deseo lo mejor, mis plegarias van por todos ustedes, cuidense mucho.
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